Gracias a la financiación de la Fundación Santander, y gracias al Programa "Santander Ayuda", Ítaca ha sido seleccionada, junto a otras 29 entidades elegidas, para desarrollar proyectos que contribuyan a romper el círculo de la pobreza y promuevan el desarrollo integral de la infancia y la adolescencia en situación de vulnerabilidad social a través de la acción socioeducativa.
Con una duración de 7 meses a desarrollar de junio a diciembre de 2023, el proyecto busca apostar y apoyar a menores y jóvenes ofertando espacios de apoyo al estudio dirigido a la mejora del rendimiento académico y de ocio y tiempo libre sano y seguro, incluyendo actividades que busquen la potenciación y el afianzamiento de habilidades, conductas y valores en horario no lectivo.
El proyecto pretender prevenir y reducir los casos de absentismo y fracaso escolar abriendo canales de comunicación y coordinación tanto con los centros educativos de la zona como con las familias, agentes clave en la educación de sus hijos e hijas. Asimismo, la creación de espacios que promuevan hábitos de estudio y refuerzo escolar favorecerá la disminución de desfases curriculares presentes en un alto porcentaje de los y las menores participantes. Sin olvidar los beneficios que aporta el juego, lo utilizaremos como una herramienta de aprendizaje a través de la cual poner en práctica comportamientos y habilidades adecuadas y que busquen la adquisición de habilidades, valores y conductas.
Durante el mes de junio, se ha llevado a cabo la primera toma de contacto con los y las menores y se ha constituido el grupo objeto de intervención con una enorme acogida por parte del grupo.
Para los meses de verano, se ha diseñado una atractiva programación que reúne actividades lúdicas y de refuerzo que permitan afianzar al grupo y despertar su motivación para comenzar el primer trimestre del curso 23/24 con la mayor de las ilusiones y motivaciones.
Invertir en la infancia y la juventud, y contribuir al pleno desarrollo de niños y niñas y en la mejora de su calidad de vida desde la igualdad de oportunidades, es uno de los pilares que basan el enfoque de nuestro trabajo. Este proyecto ha vuelto a asentar el trabajo de intervención con menores, y como estos/as, dedicándole tiempo y ofreciéndole posibilidades y espacios, adquieren comportamientos que favorecen la mejora de la convivencia y la cohesión social en zonas desfavorecidas. Además, gracias al proyecto se pretende llegar a sus familias y conocer de primera mano cuáles son las situaciones que viven en sus hogares, dificultades y retos a los que se enfrentan. Esto sirve para poder hacer un mejor diagnóstico de la realidad de cada menor y joven y así conocer y entender las actitudes de su contexto. Además, este espacio ofrece un apoyo a las familias para la conciliación y la educación de sus hijos e hijas.
Como dijo John Wooden, “Los jóvenes necesitan modelos, no críticos”, y al ofrecérselos, adquieren de forma casi inmediata todo lo que a menudo por situaciones sociolaborales de sus progenitores no adquieren en sus hogares. Estos proyectos suponen un refuerzo y estímulo en edades tempranas que pueden suponer prevenir de manera real actitudes disruptivas y negativas en ellos y ellas, sin olvidar que serán ellos y ellas quienes lideren y hereden el futuro de la zona en la que viven. Todo aquello que aprendido y adquirido en edades tempranas será la base para poder afianzar una comunidad que salga de la exclusión social siendo ellos/as mismos/as protagonistas del cambio.